Henry Patterson es un joven empresario de Reino Unido que a sus nueve años ya ha montado tres negocios distintos.
Su aventura empresarial inicia a los 7 años cuando decidió ponerse a vender bolsas de estiércol por algo más de un euro. Más adelante, guiado por su visión empresarial, Henry decide apostar por la nuevas tecnologías iniciando su propia tienda online para vender productos que había comprado en una tienda de segunda mano.
Ahora, con 9 años y un poco más de experiencia en el mundo de los negocios, Henry se ha aventurado a iniciar su tercer negocio: una tienda de venta de caramelos para niños a la que ha puesto el nombre "No antes del té". Y lo más interesante del caso es que este niño emprendedor ya ha elaborado el plan de negocios, ha diseñado el logotipo, ha creado un sitio web y ha preparado una estrategia de marketing gracias a la ayuda de su padre Julian, un ejecutivo publicitario.
A pesar de su corta edad, Henry se comporta como todo un ejecutivo y se toma muy en serio su labor como dueño de su propio negocio. Ya cuenta con su tarjeta de presentación, se impone metas empresariales, planea estrategias y se enfoca en satisfacer las necesidades de sus clientes... Él mismo afirma: "quien mejor que un niño sabe los caramelos que le gustan a los niños".
Si deseas conocer más sobre Henry Patterson, puedes leer este articulo de Daily Mail.
El emprendimiento, una cátedra que se debe aprender desde la infancia
Para muchos, historias como la de Henry pueden resultar poco interesantes, pero a mí me resultan realmente fascinantes...
Es muy probable que detrás de este niño emprendedor hay un padre (o alguien) que incentivo su espíritu empresarial y lo guió para que tuviese la autoconfianza, disciplina y constancia necesaria para iniciar y dirigir un negocio. Puede que actualmente los negocios de Henry "no sean la gran cosa", pero en su día a día está fortaleciendo importantes habilidades y valores asociadas al liderazgo y al emprendimiento.
El emprendimiento es una actitud que debe inculcarse desde la infancia. Es importante que los niños aprendan sobre ciencias y sobre matemáticas, pero también deben aprender a creer en sus sueños, a ser líderes y a descubrir su inmenso potencial mientras se divierten.
Aprovechando el tema, quisiera invitarlos a debatir sobre cómo los padres pueden formar hijos emprendedores y qué deben hacer las escuelas para incentivar el espíritu emprendedor en niños y jóvenes.